RESEÑA / REVIEW
Carolina Duca
Universidad
Nacional de La Plata
Argentina
Antonela Zurita Mariani
Universidad
Nacional de La Plata
Argentina
Cita sugerida: Duca, C.; Zurita Mariani, A. (2014). [Reseña del libro La escuela pública apuesta al pensamiento de Kohan, W.; Olarieta, B.]. Archivos de Ciencias de la Educación, (8). Recuperado de http://www.archivosdeciencias.fahce.unlp.edu.ar/article/view/Archivos08a16
En el libro La escuela pública apuesta al pensamiento, Walter Kohan y Beatriz Fabiana Olarieta presentan un proyecto de extensión llamado Em Caixas1, la filosofía en-caixa? (En Caixas, ¿la filosofía encaja?) planteando como problema central la posibilidad de practicar la filosofía en la escuela pública y de ejercitar el pensamiento filosófico con niños de la escuela primaria.
Los autores reconocen que la filosofía ha sido históricamente asociada a la transmisión de un conocimiento acabado que se presentó como un resultado, más que cómo un ejercicio de pensamiento. Añaden a su análisis que éste contenido ya “pensado” por otros, fue destinado a los jóvenes estudiantes del nivel secundario dejando de lado a los niños de la primaria. En contraposición a ello intentan, a partir de una propuesta pedagógica superadora, romper con esa tradición llevando a cabo una investigación que acompaña el desarrollo de la experiencia didáctica –filosófica planteada en dos escuelas públicas de Brasil.
El proyecto Em Caixas, ¿a filosofía en-caixa? nace en el año 2007 como un proyecto de extensión de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, Brasil (UERJ), a partir de la iniciativa de algunos integrantes del equipo del Núcleo de Estudos Filosóficas da Infancia (NEFI). El Proyecto contó con el apoyo financiero de la Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de Río de Janeiro (FAPERJ) y comenzó en el año 2009 a implementarse en las Escuelas Pedro Rodrigues do Carmo y Joaquim da Silva, dos institucioneubicadas en las afueras de Río de Janeiro.
El libro se estructura en nueve capítulos, que podrían clasificarse en tres apartados tomando como criterio de organización la presentación de los momentos del proyecto. La primera parte comprende el capítulo inicial donde Walter Kohan hace referencia a la fundamentación teórica y surgimiento del proyecto. En la segunda, se describe la preparación y puesta en marcha, desde la formación de los docentes hasta la realización y desarrollo de las prácticas filosóficas en las escuelas retomando las voces de los actores participantes. La tercera parte, comprende los últimos tres capítulos, en los que se retoman las vivencias, reflexiones y conclusiones referidas al proyecto.
En el primer capítulo los autores presentan los pilares teóricos que fundamentan el proyecto, entre ellos se encuentran las ideas de Jacques Ranciere y de Foucault. Del primero retoman la idea de que todos los seres humanos tienen la misma capacidad de aprender ya que son iguales en su condición de inteligencia. Esta mirada supone la reconfiguración de la relación pedagógica al plantearla desde la horizontalidad, el maestro deja de ser el centro del saber para ser una persona más en el encuentro con los niños. De Foucault contemplan los conceptos referentes al disciplinamiento, control y ejercicio de poder en las escuelas. Kohan plantea que a partir de la identificación de las prácticas de sujeción ejercidas en las relaciones de poder, es posible comenzar a pensar en nuevas formas de relacionarse y de abordar la práctica cotidiana escolar, reconociendo a la escuela pública como el espacio privilegiado desde el cual gestar el cambio.
En línea con este posicionamiento teórico, los autores sostienen además la necesidad de desnaturalizar algunas concepciones sobre la infancia. Entre ellas critican las ideas que identifican a los niños con seres incompletos y vacíos que debe ser “llenados”. Por el contrario, consideran que los niños producen constantemente conocimientos y que al hacerlos visibles mediante el diálogo, el cuestionamiento y la argumentación, puede favorecerse el desarrollo de la experiencia filosófica.
Luego se explicitan los pasos para filosofar, que se constituyen en la brújula de los docentes al momento de realizar la práctica filosófica con los niños. Para los encuentros filosóficos se sugiere la priorización de estrategias didácticas que incluyan la utilización de diversos textos y géneros literarios (poemas, poesías, cuentos, entre otros) y la creación de un clima de confianza en la sala para habilitar la circulación de las preguntas, re-preguntas y silencios.
Tal como mencionamos anteriormente, la propuesta pedagógica pretende romper con algunas de las lógicas de la enseñanza clásica de la filosofía y para ello se otorgó gran importancia a la formación y orientación docente. De allí que en los capítulos siguientes se avanza sobre la experiencia de formación docente y se hacen presentes las voces de los partícipes de cada institución. La mayoría de los docentes expresan que aprender a “filosofar” con otros supuso la ruptura de sus prácticas cotidianas como enseñantes al propiciar el diálogo, la reflexión y al re-conceptualizar la creación de conocimientos a partir del ejercicio del pensamiento.
Las experiencias filosóficas con los niños se desarrollaron mediante un encuentro semanal de una hora en torno a la “Sala del pensamiento” un espacio creado especialmente para ello en el que se intentó deslindar la lógica espacial tradicional de la escuela a partir de una nueva mirada sobre el espacio y el tiempo. Entre los pasos para filosofar se acentúa la importancia de la creación de un clima óptimo para el desarrollo de ideas. Un lugar para el filosofar donde a diferencia de los tiempos “acartonados” de la escuela “tradicional” se dé lugar a los tiempos propios del pensar, aunque los docentes se hayan topado con el desafío de concretar esa ambición pedagógica en una hora de taller.
En el último capítulo los autores comparten la experiencia del proyecto en el marco de una jornada denominada “Pensando con otros los sentidos del filosofar”, donde se presentó el intercambio de vivencias y perspectivas sobre la enseñanza filosófica de distintos investigadores con el objetivo de seguir construyendo conocimientos entorno a esta temática. A continuación mencionaremos algunos de aportes que los expositores de la jornada realizaron.
En primer lugar, Giuseppe Ferraro -profesor de la Universidad Federico II de la ciudad de Napoli en Italia- afirma que “no es posible enseñar filosofía; pero se puede enseñar con filosofía”. Así, la formación de los docentes asume el carácter propio del aprendizaje, tal como ocurre en un taller de artesanía. El problema no es comprender cómo se hace para hacer filosofía con los niños, sino en cómo ser enseñantes con filosofía con los niños.
Seguidamente, Juliana Mercon -investigadora en el Instituto de Investigaciones en Educación, en la Universidad Veracruzana de México- sugiere respecto a la evaluación en el marco de la enseñanza filosófica, la reflexión sobre el propio proceso de pensamiento (meta filosofía) y la experiencia de compartirlo colectivamente a fin de analizar las condiciones que inhiben o favorecen el pensamiento. Propone compartir los miedos, satisfacciones, sensaciones, las dinámicas afectivas y políticas emanadas del pensar. En cuanto a la formación docente afirma que debe ser concebida como un proceso que ocurre a través del filosofar en la medida en que se logra transformar las maneras que constituyen las formas de relacionarnos, pensar, sentir, ser o estar en la escuela.
En último término, Laura Agratti -profesora de la Universidad Nacional de La Plata- presenta la dicotomía de considerar a la filosofía como sustantivo o como verbo. La autora asume una posición a favor de la filosofía como verbo, como convicción filosófica de un profesor-productor y una modalidad problemática para su enseñanza. Un profesor que lejos de internalizar en sus alumnos una imagen de maestro-verdad sea capaz de desplegar una actitud filosófica, para que surja la pregunta que interpele la verdad recibida. La autora concluye con que la explicitación de este entramado habilita la posibilidad de preguntarse por el tipo de compromiso político que ésta educación-verdad tiene con los niños/as que vienen llegando.
Este libro nos invita a pensar en principalmente en nuestras prácticas docentes respecto a la enseñanza de la filosofía con niños, y desde allí a reflexionar sobre cómo enseñar a los niños a pensar filosóficamente. El libro sugiere algunos “pasos” que lejos de convertirse en una receta se constituyen en orientaciones sobre dónde ir (y también por dónde no ir) para repensar el lugar que tiene el pensamiento en las escuelas públicas.
Lo valioso de esta experiencia en la escuela pública radica en la idea de la democratización del ejercicio del pensamiento, entendiendo que todos los niños tienen derecho a una enseñanza que potencie el desarrollo de sus capacidades. Aprender que la filosofía es “morir y nacer nuevamente”. Es despojarse del saber y de muchos hábitos incorporados profesionalmente, lo cual resulta un desafío enorme, un ejercicio reflexivo y de re-construcción que va más allá de los minutos que dura un taller.
El libro contiene una propuesta que remueve hasta las bases mismas de la profesión del educador llegando hasta el vértice político de preguntarse sobre el sentido del ¿para qué educamos? En síntesis, es una obra para educadores que se comprometen con el cambio escolar, para personas que se animan a la reflexión a través del replanteo de sus prácticas para inventar nuevas formas de relacionarse con los educandos y con el saber. Es un libro para educadores que “apuestan” a su propia transformación para potenciar en los niños una de las habilidades más importantes del ser humano, el pensamiento.
1Caixas es el nombre del Estado donde se implementó el proyecto en Brasil.
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