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ACE Archivos de Ciencias de la Educación, vol. 18, nº 25, e138, junio - noviembre 2024. ISSN 2346-8866
Universidad Nacional de La Plata - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Departamento de Ciencias de la Educación.

Dosier

Memorias de una enseñanza: la actuación profesoral de Guillermo Savloff (1960-1975)

María Gabriela Hernando

Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET), Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, Argentina
Cita recomendada: Hernando, M. G. (2024). Memorias de una enseñanza: la actuación profesoral de Guillermo Savloff (1960-1975). Archivos de Ciencias de la Educación, 18(25), e138. https://doi.org/10.24215/23468866e138

Resumen: El artículo se propone retratar al mismo tiempo que analizar la actuación profesoral del pedagogo argentino Guillermo Ernesto Savloff, a partir de su incorporación en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). La enseñanza de la Sociología de la Educación durante los años sesenta e inicios de los setenta, constituirá el recorte y la temporalidad de su intervención en la docencia universitaria que abordaremos. En el ejercicio profesoral, Savloff supo conjugar cualidades valoradas por sus estudiantes y también expresó los desplazamientos que fue sufriendo tanto su pensamiento como su postura política. Así, su actuación no solo fue valiosa para la formación de profesionales en educación, sino que contribuyó a forjar una tradición pedagógica crítica en la institución platense; en una época signada por el pasaje de la modernización cultural a la radicalización política.

Palabras clave: Retrato profesoral, Formación de profesionales en educación, Modernización cultural, Radicalización política.

Memories of a teaching: the teaching performance of Guillermo Savloff (1960-1975)

Abstract: The article aims to portray and analyze the teaching performance of the Argentine pedagogue Guillermo Ernesto Savloff, from his incorporation into the National University of La Plata (UNLP). The teaching of Sociology of Education during the sixties and early seventies will constitute the outline and temporality of his intervention in university teaching that we will address. In his teaching career, Savloff knew how to combine qualities valued by his students and also expressed the shifts that both his thought and his political stance were undergoing. Thus, his performance was not only valuable for the training of professionals in education, but also contributed to forging a critical pedagogical tradition in the institution of La Plata; in an era marked by the passage from cultural modernization to political radicalization.

Keywords: Professorial portrait, Training of education professionals, Cultural modernization, Political radicalization.

Presentación

El artículo1 se propone retratar al mismo tiempo que analizar la actuación profesoral del pedagogo argentino Guillermo Ernesto Savloff (1927-1976). La formación de profesionales en educación durante los años sesenta e inicios de los setenta, a partir de su incorporación a la carrera de Ciencias de la Educación de la UNLP, constituirá el recorte que abordaremos relativo a su intervención en la docencia universitaria2.

Un conjunto de razones nos ha movilizado a estudiar la viobra3 del profesor Savloff. Hallamos relevante para este escrito destacar, al menos dos. Por una parte, haber ejercido una significativa influencia en la formación de sus estudiantes, en la que supo conjugar una variedad de cualidades valoradas por ellos: excelencia académica, calidez humana y compromiso político (Hernando, 2015). Y por otra, haber sido una de las figuras que contribuyó a fundar una tradición crítica en el campo pedagógico platense, a raíz del fuerte contenido de denuncia social que desde un principio adoptó su discurso y que fue radicalizándose al calor de las tensiones políticas nacionales (Suasnábar, 2004). Así, la convergencia entre las posiciones de profesor e intelectual fue un rasgo que lo caracterizó, al igual que varios de los educadores que se abordan en este dossier. Tal vez, “un posicionamiento generacional arquetípico de los años sesenta y setenta del siglo XX” (Carli, 2023, p. 27).

Inscribimos este estudio dentro de la perspectiva de investigación cualitativa, en la variante del enfoque biográfico. Este enfoque se caracteriza por reinstalar la pregunta por el sujeto y recuperar la perspectiva del actor sobre su vida, reconociendo que “lo que se encuentra en el corazón del proyecto biográfico es la consideración de una experiencia singular” (Salgado de la Rosa, 2013, p. 64). El corpus empírico de la pesquisa vincula diferentes fuentes, escritas y orales, debido a que nos interesa trabajar con las huellas textuales y las huellas existenciales que dejó la figura biografiada (Dosse, 2011). Para este trabajo hemos consultado un conjunto de documentos entre los que se encuentran el legajo docente, los programas de enseñanza e informes de investigación escritos en colaboración con los/as estudiantes. Pero también hemos realizado una serie de entrevistas a testigos-claves que tuvieron alguna vinculación con el sujeto biografiado: colegas, exalumnos/as, familiares y amigos/as.

Componen este artículo un primer apartado en el que caracterizaremos el arribo del profesor Savloff a la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) y su incorporación al plantel docente de la carrera de Ciencias de la Educación. Luego retrataremos su figura docente y la escena de la clase de Sociología de la Educación como expresión peculiar, en la enseñanza, del pasaje de la modernización académica a la radicalización política. Finalmente, en el epílogo, abordaremos su forzado retiro del aula universitaria al ser cesanteado por razones políticas de la universidad platense como su posterior asesinato, el cual evoca el costado trágico de una generación esperanzada en una transformación social (Suasnábar, 2004).

Invitamos entonces a realizar un viaje al pasado para reencontrarnos con una experiencia profesoral singular, silenciada por momentos, olvidada por otros y hoy, recuperada, por la simple razón que merece ser contada (Quintanilla, 2013).

El arribo

El profesor Savloff llegó a la FaHCE en el año 1960 para hacerse cargo del dictado de la asignatura Sociología de la Educación, en la formación de profesores en Ciencias de la Educación.4 Para ese entonces, “ya era una joven personalidad en ascenso, que a los treinta cuatro años ostentaba como carta de presentación la creación y dirección de los departamentos de extensión universitaria en la UBA y la UNLP” (Suasnábar, 2004, p. 105).5 Sin embargo, el nombre de este joven profesor había llegado a las autoridades de la Facultad a través de una comitiva de estudiantes que lo propuso ante el jefe de Departamento, Ricardo Nassif, y ante el decano, Enrique Barba.6 Entre los integrantes de esa comitiva se encontraban algunos estudiantes vinculados a una agrupación anarquista local, opción de militancia política de Savloff por esos años.

En aquel tiempo, la carrera atravesaba una etapa de refundación7 vinculada al ciclo postperonista que inauguró la autodenominada «Revolución Libertadora», en 1955. En la universidad argentina este nuevo ciclo se caracterizó por un programa de renovación que “combinaba la creación de una universidad moderna y progresista con la eliminación de todo vestigio del régimen caído” (Sigal, 2002, p. 43).

En ese clima institucional se creó el Departamento de Ciencias de la Educación,8 bajo la dirección de Ricardo Nassif. Además, comenzó a implementarse un nuevo Plan de Estudios9 que se caracterizó por expresar una pedagogía de síntesis. En su lógica de organización supo articular discursos disímiles y con una tradición institucional: no solo recogió “lo que de perdurable dejó brillante la generación de positivistas –el retorno a lo concreto, a la investigación y a las experiencias directas- sino también lo que definitivamente enseñó el antipositivismo –la integración de los hechos pedagógicos a una teoría amplia y coherente” (Nassif, 1961, p. 9). Este proceso fue acompañado, a su vez, por la renovación del plantel docente que introdujo nuevas visiones acerca de la educación y que contribuyó a gestar y consolidar esta nueva etapa. Proceso que atravesó un período de transición entre los resabios que perduraban del período anterior y la puesta en marcha de esa renovación.

La presencia de Savloff rápidamente cobró un fuerte protagonismo. No solo adquirió un alto reconocimiento de los/as estudiantes, que en sus representaciones lo ubicaban en el sector más progresista del claustro de profesores, sino que también adquirió relevancia en la concreción de las transformaciones curriculares antes mencionadas y en la vida institucional.

Así, fue convocado a representar a la institución en diferentes eventos académicos. Entre ellos cabe mencionar su participación como jurado de un concurso pedagógico organizado por la Asociación de Maestros de la provincia de Buenos Aires (1962), miembro de la comisión encargada de estudiar los asuntos relativos a la Escuela Práctica de Agricultura y Ganadería «María Cruz y Manuel Inchausti», institución de pregrado dependiente de la UNLP (1963), representante de la casa de estudios platense en la Asamblea Mundial de Educación, realizada en México entre el 7 y 27 de septiembre de 1964 y en las reuniones que se realizaron en la UBA para el estudio de una mayor coordinación en los censos universitarios, en julio de ese mismo año. Además, concurrió como delegado de la FaHCE a la primera reunión de jefes de equipos de investigaciones pedagógicas de las universidades nacionales argentinas que se llevó a cabo en la Universidad del Litoral los días 21 y 22 de mayo de 1965. También se hizo cargo del despacho del Departamento de la carrera en ausencia del profesor Nassif.10 Asimismo, participó de otras actividades académicas como el dictado de la asignatura Seminario de Ciencias de la Educación, de manera discontinua entre los años 1965 y 1970, y del curso especial para profesores/as latinoamericanos/as dentro del programa de Becas Argentina-Unesco.11 Fue nombrado, inclusive, Jefe de la Sección de Sociología y Política Educativa del Instituto de Pedagogía para coordinar las tareas de investigación en esa área (1964/67), entre las actuaciones más sobresalientes.

Al mismo tiempo el protagonismo de Savloff dio lugar a ciertos recelos en algunos de sus colegas y la obtención de ciertos adversarios. Lo que más molestó de este joven profesor fue que su prestigio no estaba acompañado de antecedentes académicos. No poseía título universitario, había estudiado en el Instituto Nacional de Profesorado Secundario de la ciudad de Buenos Aires, a pesar de ser una institución que contaba con un reconocido prestigio. No poseía una preparación específica en sociología, se había graduado como Profesor especializado en Filosofía y Pedagogía.12 No obstante, su formación política en el movimiento ácrata y las redes de relaciones que allí construyó lo habían conducido al encuentro de Gino Germani; figura que contribuyó a forjar una nueva fase en la historia local de la sociología: constituirla en una disciplina científica y en una profesión (Carli, 2023). Si bien Savloff no formó parte del equipo de colaboradores cercano a Germani, sí representó para él un «sociólogo de primera línea en nuestro país» (Savloff, 1957) que ejerció una fuerte influencia en su autoformación. Tal fue el impacto de esa influencia que lo llevó a adoptar a la sociología como la identidad disciplinar que asumió en el campo educativo. A su vez, esta identidad profesional lo vinculó al interior de la FaHCE con un conjunto de jóvenes graduados en filosofía, cercanos en edad, que integraban la cátedra de Sociología General. Junto a esa tribu participó del intenso debate intelectual y político que ésta lideró para transformar la tradición humanística que caracterizaba a la Facultad por la introducción de las modernas ciencias sociales.13

Retrato

La figura que componía el profesor Savloff rompía con el canon académico de esos años. No solo impresionó su juventud sino también su porte. Un hombre alto, delgado, con un andar un poco desgarbado, y con una manera muy agradable de ser. Un buen mozo, un pintón y seductor.14 Quienes lo recuerdan aseguran que embelesaba a sus audiencias y, en algunos casos, despertaba enamoramientos.

La sencillez caracterizaba su aspecto físico y su lenguaje. Generalmente lucía un atuendo informal, en raras ocasiones usaba corbata, y casi siempre prefería los tonos oscuros para su traje. La vestimenta se complementaba con un portafolio lleno de libros. Poseía un tono de voz suave y antes de hablar prefería escuchar. Cuando intervenía en las conversaciones lo hacía desde un lenguaje llano, pudiendo expresar lo complejo con palabras simples. Además, lo distinguía la solidez conceptual que se entremezclaba con una serie de virtudes: humildad, generosidad, coherencia y un fino humor. El conjunto de estas singularidades hacía de Savloff un personaje cautivante y carismático.15

Era foráneo a la institución platense y a la ciudad de las diagonales. Había nacido en Avellaneda y por aquella época residía en la localidad de Glew, junto a su esposa y su hijo pequeño. Provenía de una familia de inmigrantes europeos, de condición humilde y de procedencia judía, que había arribado al país a principios del siglo XX, con la esperanza de forjar una vida mejor en América. En Argentina, la familia se agrandó y Savloff fue el hijo menor de once hermanos y el único que pudo completar su escolaridad primaria y secundaria, además de realizar estudios superiores. La pérdida de sus padres en la infancia hizo que sus hermanos mayores abandonasen la escuela para trabajar y su crianza quedara en manos de sus dos hermanas.16 Antes de titularse como profesor fue maestro Normal, aunque nunca ejerció el oficio.

En la juventud temprana supo conjugar estudio, trabajo y militancia política. Los circuitos de formación y sociabilidad de esos años no solo lo convirtieron en un estudiante destacado sino también en un miembro activo del Grupo Editor de La Protesta, el órgano difusor por excelencia del movimiento libertario argentino. Este Grupo se había conformado promediando los años cincuenta y funcionaba en la sede de la Biblioteca Popular «José Ingenieros». Militancia que años más tarde abandonó por considerar que la línea que había que seguir era otra.17

La enseñanza fue una de sus grandes pasiones. Él era muy feliz dando clases.18 Ejerció formalmente el oficio de profesor en la Universidad como en una escuela secundaria, el Instituto Cooperativo Lomas de Zamora entre 1952 y 1956. Sin embargo, también lo desempeñó informalmente en el trabajo comunitario a través de la extensión universitaria y en la militancia política con la creación de la Asociación de Educación Libre (ADEL), en el año 1957. Colegas y estudiantes coinciden en considerarlo un excelente profesor.19 Contaba con un estilo sereno, a la vez que apasionado; serio, pero no severo, respetuoso y abierto al diálogo con los/as estudiantes. Intelectualmente profundo. Accesible y generoso con el conocimiento. Cálido y capaz.20

Escribir y publicar fue otra práctica que inició en su juventud. Aunque nunca fue un escritor de tiempo completo, este hábito lo acompañó hasta sus últimos días. La producción y difusión pública de sus ideas sufrió variaciones a lo largo de su trayectoria. Así su pluma se desplegó entre el periodismo militante y la escritura académica.

En su trabajo docente la escritura también jugó un papel destacado. No solo elaboró fichas de cátedras para sus estudiantes, sino que también constituía una práctica formativa en el dictado de su asignatura. La participación de los/as estudiantes en los estudios empíricos que les proponía realizar: “largas jornadas de anotaciones de datos, tabulaciones y cálculos” (Savloff, 1963, s/p), derivaban, en algunos casos, en la escritura y publicación de informes de investigación. En el campo de la sociología, este tipo producción intelectual no solo requería de un lenguaje y una escritura específica, sino también de un trabajo colectivo (Blanco, 2006). Modalidad de trabajo que Savloff no solo propiciaba, sino que también disfrutaba junto a estudiantes y colaboradores docentes.

La clase

Las clases de Sociología de la Educación dictadas por el profesor Savloff no solo eran sumamente valoradas entre el estudiantado sino también fueron atesoradas en la memoria de quienes pasaron por sus aulas. Incluso su fama transcendía la sala de clase y esto lo convertía en un docente conocido antes de cursar la materia, ubicada curricularmente en el tramo final de la carrera.21

El interés de Savloff por esta disciplina estuvo ligado al hallazgo de la sociología científica recientemente fundada en el medio local, como ya anticipamos, pero también producto de la relación entre la educación, la sociedad y la política22 que este campo le habilitó a pensar. Así su formación en la especialidad fue autodidáctica y su enseñanza un centro de irradiación23 en la circulación y producción de conocimiento.

En el dictado de la materia pueden identificarse dos etapas que, a su vez, se ubican en dos cortes temporales: 1960 y 196624 / 1970 y 1974 en estrecha vinculación con los debates al interior de la disciplina, las transformaciones acaecidas en la política nacional y en la intelectualidad universitaria de esos años.

En una etapa inicial, introduce en sus clases los aportes de la sociología científica para leer, analizar y conceptualizar las problemáticas educativas emergentes en la realidad social de la Argentina y de América Latina. En ese momento la sociología científica, además de haberse convertido en una ciencia analítica y empírica, amplió el horizonte conceptual en diálogo con otras disciplinas del campo social. En ese sentido, Savloff ofrecía un repertorio de contenidos en torno a distintos ángulos de mira que hacía de sus clases una invitación a pensar la educación en un sentido social, histórico y político.25 Pero también, como ya anunciamos, la investigación empírica poseía un lugar importante en ese repertorio. Le interesaba brindar a los/as estudiantes herramientas conceptuales para que pudieran vincularla con la lectura de la realidad, porque entendía que lo importante pasaba afuera, en la comunidad26. Proponía, a modo de trabajo práctico, la realización de relevamientos empíricos en barrios de sectores sociales desfavorecidos de la ciudad de La Plata. El alumnado no solo recorría el barrio, sino que se ponía en contacto con los lugareños mediante la administración de una extensa encuesta que arrojaba datos objetivos, sobre la condición socioeconómica y educativa de la población estudiada, pero también subjetivos, a través de la indagación de actitudes para leer los comportamientos de los grupos sociales (Silber, 2004). Luego, seguía la rigurosa tarea de clasificación y análisis estadístico de la información recogida. E incluso, en algunas de las cohortes, la participación de los/as estudiantes se extendió hasta la elaboración del informe de investigación y su publicación.27

Este tipo de actividad promovía en el estudiantado varios aprendizajes. Nos interesa destacar poder vincular la teoría con la práctica. Pero también la posibilidad de reflexionar sobre la relación entre educación y estructura social, teniendo en cuenta que no solo “el sistema de clases influye en la educación sino ésta coopera activamente en la diferenciación social, al punto de ser considerada uno de los principales selectores de la comunidad” (Savloff, 1969a, p. 273). Y, por último, la apropiación de un nuevo lenguaje que imprimía la investigación científica en torno a variables, muestras, escalas, formulación de hipótesis, cuadros estadísticos.

Al mismo tiempo, este trabajo con la comunidad promovía algo más, ligado a su manera particular de ejercer el oficio del profesor. En su hacer anudaba docencia, la clase, con la investigación, que posibilitaba conocer los problemas sentidos por la comunidad, y la extensión universitaria, la intervención en la comunidad, “en la aspiración de devolver la universidad al pueblo” (Savloff, 1960, p. 7).

Otro aspecto relevante del contenido que ofrecía a los/as estudiantes era ponerlos en contacto con los problemas socioeducativos del presente. En ese contexto, abordó el tema del cambio y el desarrollo social, de debate en esos años, que él entendía que podía orientarse en un sentido conformista o en la dirección de una transformación estructural. Bregaba por esto último y en términos de una revolución socialista en América Latina (Savloff, 1969b).

La bibliografía que acompañaba el desarrollo de todo este repertorio revestía particularidades. Los/as autores que daba a leer eran de mucha actualidad en el campo de las ciencias sociales que matizaba con algún clásico de la sociología (Émile Durkheim, Max Weber). Asimismo, las autorías eran diversas y copiosas. Leían autores/as en sintonía con el enfoque de la sociología científica como gran parte de los escritos de Gino Germani y algunos de sus referentes teóricos: Erich Fromm, Talcott Parsons, Karl Mannheim, Margaret Mead, etc. Pero también cercanos al anarquismo de la mano de Herbert Read. Al mismo tiempo que disponían de pedagogos/as locales, de la talla de Juan Mantovani, Delia Etcheverry y Olga Cossettini; como regionales: Miguel Soler y Jesualdo Sosa. Tampoco faltaban documentos elaborados por los organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la Organización Internacional del Trabajo (OIT); ni materiales de su propia autoría entre muchos otros.

De pronto vino la dictadura blanda, el golpe militar de 1966 encabezado por el general Onganía, y echaron a Savloff. Él junto al equipo de cátedra fueron de los pocos profesores de la institución afectados por la intervención represiva. La discontinuidad en el dictado de la materia resultó confusa.28 Las razones que objetaron fue que no contaba con título universitario, pero lo que buscaron fue un pretexto para sacarlo de su cargo y volar a todos.29 Esa ruptura del orden constitucional constituyó un acontecimiento bisagra que no solo provocó un quiebre en la sociedad argentina (Friedemann, 2014), sino que también ofició de “parteaguas en la interpretación de la vida universitaria” (Barletta y Tortti 2002, p. 111). Al mismo tiempo que marcó una segunda etapa en las enseñanzas del profesor Savloff. Cuando pudo regresar a la FaHCE, efectuó un viraje en su enfoque de la disciplina que fue gradual, porque ya es posible advertir indicios en la etapa anterior, pero que en los tempranos años setenta radicalizó.

Así en sus clases no solo comenzó a plantear dos enfoques teórico-metodológicos de la Sociología de la Educación: el estructural-funcionalismo, con su método empirista, y el dialéctico, con el análisis histórico-social; sino que además realizó una revisión crítica del primero y se fue inscribiendo decididamente en el segundo. De igual modo contrapuso las tesis del desarrollo con las recientes teorías de la dependencia. A su vez, asumió el desafío de incorporar “el análisis sociológico de la política educativa argentina a partir de 1945 y hasta el presente” (Savloff, 1972, p. 1), desde los aportes del revisionismo histórico.

La inclusión de estas perspectivas hizo que el repertorio de contenidos para leer y problematizar la educación fuera otro: ideología, reproducción, dependencia, imperialismo, colonización cultural. De este modo, hizo explícita una «posición comprometida con la realidad nacional» por parte de la asignatura y por entender a la Sociología de la Educación como «la disciplina que hace evidente que los sistemas educativos sirvan a la reproducción de sistemas sociales determinados» y para pronunciarse sobre una política educativa que “se estructura como instrumento del imperialismo, la dependencia cultural y la explotación de clases. (Savloff, 1972).

Este posicionamiento fue acompañado por la circulación de una renovada literatura. Puso a disposición de los/as estudiantes varios textos del Karl Marx e incorporó las lecturas de Antonio Gramsci, Louis Althusser, Rodolfo Puiggrós, Juan José Hernández Arregui, Jorge Abelardo Ramos, Fernando Cardoso, Enzo Faletto, Theotonio Dos Santos, Frantz Fanon, Aníbal Ponce, Paulo Freire, Darcy Ribeiro, entre otros.

El estilo de dar la clase del profesor Savloff no sufrió alteraciones significativas entre ambas etapas. Era una persona muy estudiosa, un leído.30Llegaba a la clase portando unos apuntes que oficiaban de guía31 y luego la desarrollaba mediante una explicación que se caracterizaba por la utilización de un lenguaje conceptual sencillo, para nada rebuscado, pero usando las palabras correctas. Era conceptualmente sólido, preciso, impecable en los razonamientos.32 Al mismo tiempo, no se colocaba en la posición de profesor enciclopedista o ilustrado. En su clase los/as estudiantes estábamos habilitados a interrumpir y a debatir.33Con él se lograba establecer una relación vincular34 ya que generaba confianza, aunque el trato era formal. En esa época el alumnado no tuteaba a los profesores,35 sin embargo lo sentían cercano pues se interesaba sobre lo que le pasaba a cada uno de sus estudiantes.36

Tampoco modificó su manera de conducir el equipo de cátedra que se caracterizó por ser multitudinario. No solo establecía relaciones democráticas y horizontales entre sus integrantes, habilitando la libertad de pensamiento,37 sino que también la entendía como un espacio de formación. Al igual que la cátedra del profesor Nassif, Sociología de la Educación, era elegida por exestudiantes y jóvenes graduados/as para seguir formándose junto a quienes se volvieron sus maestros. Así Savloff no solo reunía a sus ayudantes para fijar las tareas propias de la enseñanza, sino que destinaba un día de la semana para el estudio y el debate con bibliografía.38 El congregarse a estudiar tenía una doble finalidad: académica y política, sobre todo en los años setenta. Los contenidos abordados en la materia posibilitaban ese cruce.

Otro rasgo que lo definía era su compromiso político y su activa militancia. Si bien su enseñanza nunca fue neutral tampoco hacía proselitismo dentro de la cátedra. Jamás se lo escuchó adhiriendo a ninguna fuerza política en particular.39 Para esos años ya había abandonado el anarquismo romántico40 y radicalizado su postura. Emprendió entonces un camino de búsquedas. Así tuvo una breve participación en la organización armada FAL,41 en una célula que se estaba armando en la ciudad de La Plata. Mantuvo con esta organización una vinculación periférica, cumpliendo un acompañamiento intelectual42. Luego, esa búsqueda continuó. Efectuó un acercamiento a los sectores del peronismo. En especial a aquel sector que surgió post 55, llamado de la “resistencia”, muy combativo, con mucha simpatía por la Revolución Cubana y con permeabilidad hacia el pensamiento de izquierda.43 Si bien Savloff no se volvió peronista, tuvo la apertura para releerlo en otra clave: dejó de considerarlo una ideología fascista. Realizó entonces un acercamiento comprensivo, de recuperación de ciertos aspectos,44 acompañando los cambios que se fueron produciendo en el campo intelectual de la denominada «nueva izquierda», que tuvo entre sus principales preocupaciones la relación entre izquierda y peronismo, entre intelectuales y pueblo, entre nacionalismo y marxismo (Sigal, 2002).

Epílogo: el alejamiento forzado de las aulas

El profesor Savloff pisó por última vez la sala de clase en la primavera de 1974. El secuestro y asesinato de dos funcionarios de la UNLP: Rodolfo Achem, Secretario de Supervisión Administrativa, y Carlos Miguel, Director del Departamento Central de Planificación, generó una gran conmoción y el cierre de la institución. El cese de las actividades académicas se prolongó por alrededor de dos meses, hasta la llegada del nuevo rector interventor: el Dr. Pedro José Arrighi, quien se ocupó entre otro conjunto de medidas, de limitar los cargos docentes.

Así, en abril de 1975, Savloff recibió la notificación de cesantía a su cargo como profesor titular de la cátedra de Sociología de la Educación. Ese año fue muy difícil para él. En un clima tremendamente espeso,45 no solo tuvo que alejarse de sus actividades académicas sino también recibió amenazas de la Concentración Nacional Universitaria (CNU). A esta altura de los acontecimientos esta organización, que se había originado a mediados de los años sesenta en la militancia universitaria representando al peronismo de derecha, comenzó a funcionar como una banda paraestatal. Banda que comenzó a ejercer una dura represión en el espacio universitario platense (Carnagui, 2020). Savloff fue uno de los tantos señalados, por sus ideas, por lo que escribía y por lo que pensaba.46

En aquel complejo momento encontró trabajo y refugio en el Centro de estudios en Ciencias Sociales, creado por sus antiguos camaradas anarquistas, quienes le ofrecieron la dirección. No obstante, muchos de los colegas y amigos le sugirieron el exilio, pero no fue el derrotero que tomó. Seguramente no estuvo dispuesto a abandonar a sus hijos, ni tampoco a sus compañeros de militancia, ni al pueblo con el que estaba tan comprometido.47 Decidió quedarse. Unos meses después, las amenazas se concretaron: una cuadrilla parapolicial lo secuestró de su domicilio, saqueó la vivienda y lo asesinó.48 Encontraron su cadáver a las afueras de la ciudad de La Plata, el 20 de enero de 1976.

Para concluir compartimos unas de las pocas fotografías que hemos podido recuperar de Guillermo Savloff, en su posición de profesor, en las escalinatas de entrada al viejo edificio de la FaHCE, rodeado de estudiantes latinoamericanos y colegas, en ocasión del mencionado curso especial de Sociología de la Educación que dictó para becarios de la UNESCO durante el año 1966. Tenemos la convicción que poner imagen a las palabras es poner cuerpos, miradas, gestos y colores a la memoria.

La fotografía muestra a los/as participantes del programa Beca-Unesco. Entre los docentes dictantes de los cursos podemos identificar a Guillermo Savloff, Sara Alí Jafella y Julia Silber, acompañados/as de otros/as colegas y junto a estudiantes provenientes de Chile, México, Bolivia, Guatemala, Honduras, Paraguay, Uruguay y El Salvador.
La fotografía muestra a los/as participantes del
programa Beca-Unesco. Entre los docentes dictantes de los cursos podemos
identificar a Guillermo Savloff, Sara Alí Jafella y Julia Silber, acompañados/as
de otros/as colegas y junto a estudiantes provenientes de Chile, México, Bolivia,
Guatemala, Honduras, Paraguay, Uruguay y El Salvador.
Fuente: archivo personal de Julia Silber.

Fuentes

Legajo docente reparado del profesor Guillermo Savloff. FaHCE-UNLP.

Programas de Sociología de la Educación. (1960-66, 1970-74). FaHCE-UNLP.

Curriculum Vitae de Guillermo E. Savloff. (1960, 1974, 1975).

Entrevistas realizadas por la autora:

Julia Silber (21 de diciembre de 2010). La Plata, Argentina

Gabriel Savloff (27 de abril de 2018). La Plata, Argentina.

Daniel Savloff (2 de agosto de 2018). La Plata, Argentina.

Silvana Savloff (12 de noviembre de 2018). Videollamada.

Margarita Zaidman (22 de agosto de 2019). La Plata, Argentina.

Isabel Etcheverry (5 de septiembre de 2019). La Plata, Argentina.

Alfredo Pucciarelli (3 de octubre de 2019). Ciudad de Buenos Aires. Argentina.

Amada Toubes (24 de octubre de 2019). Ciudad de Buenos Aires. Argentina.

José Tamarit (6 de mayo del 2011, 11 de noviembre de 2019). Ciudad de Buenos Aires. Argentina.

Edith Felman (3 de diciembre del 2019). La Plata, Argentina.

Clotilde Yapur (16 de octubre de 2020). Videollamada.

Diana Milstein (3 de noviembre de 2020). Videollamada.

Héctor Mendes (9 de diciembre del 2020). Videollamada.

Mirta Castedo (10 de diciembre del 2020). Videollamada.

Bernardo Sheradan (17 de diciembre del 2020). Videollamada.

María Ester Benaglia (29 de abril de 2021). Videollamada.

Yiya Rusconi (12 de julio del 2021). Videollamada.

Juan Carlos Ranieri (28 de diciembre del 2021). Videollamada.

María Raquel Coscarelli (9 de agosto del 2022). Intercambio por redes sociales.

Referencias bibliográficas

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Notas

1 En la escritura del artículo hemos optado por utilizar, en algunas ocasiones, la distinción los/as y, en otras, por el uso del género masculino o femenino respetando las voces testimoniales. Asimismo, las palabras y frases escritas en cursiva se refieren siempre a expresiones de los testimonios orales recolectados para la investigación.
2 El interés por el estudio de esta figura se inscribe en una investigación más amplia y en curso, titulada «Guillermo Savloff. Una biografía intelectual (1959-1976)», tesis doctoral bajo la dirección de la Dra. Luciana Garatte y la codirección de la Mg. Malena Alfonso, en el marco de la carrera de Doctorado en Ciencias de la Educación - FaHCE/UNLP.
3 Expresión que tomamos de Dosse (2011) y alude a la unidad entre la vida y la obra de un autor.
4 Según consta en su legajo personal permaneció en el cargo desde 1960 a 1975, primero como profesor contratado de mayo de 1960 a marzo de 1962, luego interino de abril de 1962 a marzo de 1968 y, por último, ordinario a partir de abril de 1970.
5 En la UBA integró, en el año 1956, junto con Risieri Frondizi, Gino Germani, Juan Carlos Marín y Noé Jitrik, la comisión encargada de definir los objetivos y modos de acción para la creación del Departamento de Extensión para luego, ocuparse de su dirección. Mientras en la UNLP, en el año 1959, fue convocado para desempeñar tareas de organización y planificación en el Departamento de Extensión Universitaria. Un tiempo después, en junio de 1960, se lo designó como su Director, cargo que conservó hasta 1964.
6 Testimonio de José Tamarit (2011).
7 Investigaciones sobre la historia de la carrera de Ciencias de la Educación designan a este nuevo período de creación, producto de un movimiento más amplio de institucionalización de las ciencias sociales en nuestro país, sin dejar de reconocer que se efectuaba sobre una reestructuración y redefinición del viejo Profesorado de Pedagogía (Suasnábar, 2004). Silvia Finocchio (2001), prefiere denominar a este momento como su segunda fundación debido a los antecedentes de los estudios sobre educación en la universidad platense.
8 Hasta ese momento la carrera dependía del Departamento de Filosofía y Pedagogía de la FaHCE.
9 Aprobado por el Consejo Académico en la sesión del 20/04/59 y por el Consejo Superior en sesión del 20/05/59.
10 Suplió al profesor Nassif en 1963, por un corto tiempo y a causa de una licencia médica.
11 El profesor Savloff se postuló y ganó el concurso para dictar el curso de Sociología de la Educación en función de su excelente capacitación y especialidad para el cargo concursado, tal como se expidió la comisión evaluadora. Su designación fue desde el 1 de abril al 30 de noviembre de 1966.
12 Según consta en su CV de abril de 1960, su graduación se concretó a inicios de 1953.
13 Testimonio de Alfredo Pucciarelli (2019).
14 Testimonios: María Raquel Coscarelli (2022), Juan Carlos Ranieri (2021), María Esther Benaglia (2021) y Yiya Rusconi (2021).
15 Testimonios: María Raquel Coscarelli (2022), Julia Silber (2010), Diana Milstein (2020), Amanda Toubes (2019), José Tamarit (2019), Mirta Castedo (2020), Alfredo Pucciarelli, Clotilde Yapur (2020), Isabel Etcheverry (2019) y Bernardo Sheradan (2020).
16 Testimonios: Daniel, Gabriel y Silvana Savloff (2018) y Juan Carlos Ranieri (2021).
17 Testimonio de Diana Milstein (2020).
18 Testimonio de Amanda Toubes (2019).
19 Expresión que se reitera en gran parte de los testimonios.
20 Testimonio de Yiya Rusconi (2021), Amanda Toubes (2019), José Tamarit (2019), Clotilde Yapur (2020) y Margarita Zaidman (2019).
21 En el Plan de Estudios del año 1959 la carrera de Profesorado en Ciencias de la Educación tenía una duración de cinco años, y la asignatura Sociología de la Educación se cursaba en el cuarto año.
22 Testimonio de José Tamarit (2019).
23 Testimonio de Amanda Toubes (2019).
24 Entre los años 1967 y 1968 no hemos encontrado programas de Sociología de la Educación del profesor Savloff. Mientas que en el año 1969 se presentó un nuevo programa de la asignatura, pero a cargo de las profesoras Arsemia Tula e Inés Aguerrondo de Rigal.
25 Testimonio de Margarita Zaidman (2019).
26 Testimonio de María Esther Benaglia (2021).
27 Por ejemplo, el informe de investigación titulado: «Situación y tendencias educativas de los diversos estratos sociales en un suburbio popular de la Plata» publicado en el año 1962 por la Revista Archivos de Ciencias de la Educación. El estudio fue realizado por la cátedra de Sociología de la Educación de la FaHCE y el Departamento de Extensión Universitaria de la UNLP. Y el informe titulado: «Escolares que trabajan en el área de La Plata, Berisso y Ensenada», publicado en 1965 como folleto del Departamento de Ciencias de la Educación/ FaHCE y en la que participaron estudiantes que cursaron la asignatura en 1964.
28 No pudimos acceder a fuentes que nos permitan conocer con precisión el tiempo en que el profesor Savloff estuvo desafectado de su cargo en la cátedra de Sociología de la Educación. Es probable que este impasse se haya producido entre 1967 y 1969. En su ausencia el dictado de la asignatura quedó en manos de las profesoras Arsemia. Tula e Inés Aguerrondo de Rigal.
29 Testimonio de Bernardo Sheradan (2020).
30 Testimonio de Amanda Toubes (2019).
31 Testimonio de Bernardo Sheradan (2020).
32 Testimonios de José Tamarit (2019) Yiya Rusconi (2021) y Mirta Castedo (2020).
33 Testimonios de María Esther Benaglia (2021) y Héctor Mendes (2020).
34 Testimonio de María Esther Benaglia (2021).
35 Testimonio de Edith Felman (2019).
36 Testimonio de María Esther Benaglia (2021).
37 Testimonio de Héctor Mendes (2020).
38 Ibid.
39 Testimonio de María Esther Benaglia (2021).
40 Testimonio de Daniel Savloff (2018).
41 Siguiendo a Stella Grenat (2010) la sigla FAL refiere a tres denominaciones diferentes: Frente Argentino de la Liberación, Fuerzas Argentinas de la Liberación y Fuerzas Armadas de la liberación (p. 26).
42 Testimonio de Héctor Mendes (2020).
43 Ibid.
44 Ibid.
45 Testimonio de Mirta Castedo (2020).
46 Testimonio de Amanda Toubes (2019).
47 Testimonio de Daniel Savloff (2018).
48 Hasta el momento su homicidio permanece impune. No obstante, varios testimonios atribuyen este crimen a integrantes de la CNU, organización de la ultraderecha peronista que operaba en La Plata y Mar del Plata con la protección de la policía de la provincia de Buenos Aires, en articulación con la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) y bajo las órdenes del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército.

Recepción: 13 Abril 2024

Aprobación: 02 Mayo 2024

Publicación: 01 Junio 2024



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